Los predios de Poligrow en Mapiripán

La hacienda Macondo tiene 5.577 hectáreas y fue el primer predio  de la empresa Poligrow en Colombia. Inicialmente era un baldío de la Nación que fue adjudicado por el entonces Instituto Colombiano de Reforma Agraria, Incora, en la década de los 80 con varias irregularidades.

Argemiro Meza oriundo de Antioquia, llegó a Mapiripán, Meta, en los años 70 y vió la oportunidad de comprarle a los colonos varios predios a bajo costo. Invitó a varios ganaderos antioqueños a Mapiripán para venderles los terrenos, entre ellos estaba Álvaro Gallego Palau, que compró una tierra a la que bautizó Macondo.  Entre 1988 y 1989, Gallego dividió la hacienda en tres partes, debido a las restricciones de tamaño en la superficie que impone el Estado en los predios de origen baldío que en ese momento le entregaba a campesinos pobres.

El Incora, le adjudicó a Gallego Palau una de las partes, Macondo 1. Las dos partes restantes se las entregó al administrador de la hacienda, Eudoro Rodríguez Laguna, Macondo 2 y 3. En la práctica Macondo seguía siendo una sola hacienda en manos de una sola persona.

Los 90 fue la década que en que la violencia más duro golpeó a Mapiripán. En 1995, el Frente 44 de las Farc montó sus laboratorios de coca. Un año después, aparecieron los primeros panfletos que advertían la llegada de los paramilitares, pero es el 12 de julio de 1997 que las Autodefensas Unidas de Colombia, Auc, llegaron desde Urabá hasta San José del Guaviare, en aviones del Ejército y luego viajaron por tierra y río. El 14 de julio ocurrió la Masacre de Mapiripán y un año después la Masacre de Caño Jabón, en el corregimiento de Puerto Alvira, en el mismo municipio. La Unidad Nacional de Víctimas calcula que entre 1997 y 1998, 1.380 personas dejaron la región. (ver historia).

Varios ganaderos tras constantes extorsiones y secuestros abandonaron la tierra, en esa misma época Gallego Palau dejó Macondo. En 1999, como registra los certificados de tradición y libertad la hacienda pasó a ser propiedad de María Ángela Mejía Santamaría, violando el tiempo mínimo para la venta de un predio de origen baldío adjudicado por el Incora. Tres años después, Mejía le vendió una de las partes a Luis Carlos Quinchía Restrepo. Según lo documentó VerdadAbierta.com, Gallego Palau negó la venta del predio a Mejía y dijo que la firma que aparecía en los documentos de venta era falsa.

El gobierno nacional, en el  2007, creó los Comités Municipales de Protección a la Población Desplazada,CMPPD. Su función consistía en investigar los orígenes de los predios, sus dueños y evitar que grupos armados u otras personas se quedaran con la tierra de víctimas de la violencia, además, de estudiar que la venta no se hiciera bajo ningún tipo de presión. La Defensoría del Pueblo dictaminó a Mapiripán en alto riesgo de violencia de Derechos Humanos en el 2008, dada la disputa territorial entre las Farc y la banda delincuencial ‘Los Cuchillos’ a cargo del antiguo jefe paramilitar del Bloque Centauros, Pedro Oliveiro Guerrero.

El 13 de mayo del 2008,  el CMPPD autorizó la venta de Macondo, propiedad de Mejía Santamaría y Quinchía Restrepo, a la empresa Poligrow Colombia. Sin embargo, en el documento solo firmó la alcaldesa de Mapiripán, Maribel Mahecha, y no aparece el resto de las firmas del comité. La transacción se hizo, aproximadamente, por 4.000 millones de pesos.  La compra de Macondo abrió la puerta para que Poligrow comenzara con la siembra de palma de aceite. A largo plazo Mapiripán sería una de las principales Zidres del país ( Zona de Interés de Desarrollo Rural Económico y Social). Es decir, sí Mapiripán se convierte en una Zidres, en la práctica, Poligrow tendría la potestad de explotar la tierra sin limitación de acumulación de tierra prohibida por la Ley 160 de 1994, mientras que mantenga un proyecto productivo en el que esté involucrada la comunidad