Consejo Comunitario Eladio Ariza es restituido

Las primeras comunidades afro  se asentaron hace más de 250 años en los caseríos Sabaneta y El Trozo, en María La Baja y San Jacinto. En el departamento de Bolívar, El Trozo se convirtió en el corregimiento San Cristóbal, cuya comunidad se caracteriza por sus bailes, por la medicina tradicional y los cultivos de ñame y yuca.

La violencia ha azotado la comunidad desde 1988 mediante las primeras incursiones guerrilleras, que se intensificarían en los siguientes años con la presencia de grupos paramilitares. En 2001, miembros del consejo comunitario Eladio Ariza fueron víctimas de desplazamiento, reclutamiento, asesinatos selectivos y violencia de género. Las ventas forzadas e irregulares de sus tierras se dispararon en 2007.

Desde 2002, en la región se implementaron proyectos piloto de palma aceitera, reforestación comercial con árboles de teca y proyectos ganaderos. Eso hizo que la gente se desplazara por la pérdida de autonomía sobre su territorio a partir de la  activación del mercado de tierras en la región, ya que los empresarios impulsan sus proyectos agrícolas a toda costa, en detrimento del bienestar de la población.

El 2 de noviembre de 2008 fue conformado el Consejo Comunitario Eladio Ariza, entre San Jacinto y María La Baja, por 84 familias. Con el tiempo, esas 84 familias se convirtieron en 112, ubicadas en 2.325 hectáreas.

En 2013, el Incoder inició la etapa de caracterización de daños y afectaciones que el Eladio Ariza reclamaba desde el año 2010. A los miembros del Consejo les dijeron que les adjudicarían 600 de las 1.818 hectáreas que reclamaban. El 10 de noviembre de 2015 se admitió la demanda en un juzgado especializado de Carmen de Bolívar para la restitución colectiva de derechos territoriales. Sin embargo, la demanda fue retirada en julio de 2016 porque la Unidad de Restitución de Tierras no contaba con las exigencias del juzgado en términos de georreferenciación de los predios que conforman el territorio ancestral.

De las 1.818 hectáreas que el Consejo reclama como título colectivo, una porción está cultivada en palma de aceite y en piña. Para la comunidad esto resulta problemático, pues su territorio ancestral está destinado al impulso de cultivos de ñame, yuca y arroz, pilares de su subsistencia alimentaria y de la región.

El 1 de septiembre de 2017 el Juzgado Especializado en Restitución de Carmen de Bolívar admitió otra vez la demanda por la titulación colectiva del territorio.