Comunidad Wayúu logra ser restituida tras 30 años de lucha
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Datos Principales
- UBICACIÓN: Barrancas, La Guajira
- TIPO DE COMUNIDAD:Indígena
- NÚMERO DE HECTÁREAS: 421
- NÚMERO DE PREDIOS: 4
- NEGOCIO: Petrolera
El resguardo Nuevo Espinal está ubicado en el municipio de Barrancas, departamento de La Guajira, a 100 km de su capital, Riohacha. En este resguardo habitan más de 300 personas de la etnia Wayúu. Cerca de allí se encuentra la mina de carbón del Cerrejón, una de las más grandes del mundo a cielo abierto, con 70 mil hectáreas aproximadamente. En 2016, el Tribunal Especializado en Restitución de Tierras de Cartagena, dictó una sentencia de restitución y reparación colectiva para esta comunidad indígena que ha sido víctima del conflicto armado.
En los años 70, llegaron las Farc con los frentes 41, 19 y 59, tras la “bonanza marimbera”, luego llegó el Eln con los frentes Luciano Ariza y Gustavo Palmesano. En los 90 lo hicieron los grupos paramilitares con alias ‘Jorge 40’, quien creó el Frente Contrainsurgencia Wayúu, del Bloque Norte de las Auc, al mando de Arnulfo Sánchez González, alias ‘Pablo’.
Esta comunidad Wayúu antes se encontraba ubicada en el municipio de Hatonuevo, La Guajira, pero en 1992 tuvieron salir de su territorio por el impacto ambiental y de salud que les generó la construcción de la mina del Cerrejón. Se desplazaron hacia el municipio de Barrancas y se establecieron en los predios El Cerrito, Las Palmiras y Nuevo Sincelejo, bajo el nombre de Nuevo Espinal. Allí solicitaron que el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Incora, les reconociera estos predios como resguardo indígena pero la solicitud fue negada.
A causa del primer desplazamiento, este grupo indígena tuvo que enfrentarse a la fragmentación de su comunidad y una vez en Barrancas, se volvieron más vulnerables al conflicto armado. Este nuevo asentamiento se encontraba en la baja Guajira y en la Serranía del Perijá, un corredor estratégico para el tránsito y escondite de los diferentes actores armados. El desplazamiento también debilitó las redes económicas y los lazos de solidaridad comunitaria de este grupo indígena.
En 1997 ocurrió el asesinato de Fernando Antonio Ipuana, un líder tradicional de Nuevo Espinal, lo que produjo el desplazamiento de 12 grupos familiares y el debilitamiento de los liderazgos en la comunidad. En 2001 ocurrió la masacre de Rodeito El Pozo, perpetrada por paramilitares, en la cual fueron asesinadas 13 personas del clan Uriana Epiayú. A lo largo de los años, ocurrieron más desplazamientos forzados, amenazas, desapariciones forzadas y asesinatos de líderes y lideresas.
En 2016, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cartagena, emitió una sentencia de restitución, la cuarta étnica en el país. En el documento se ordenó proteger a la comunidad, reconocer sus derechos fundamentales al territorio, realizar reparación colectiva, dar garantías de no repetición y adjudicar los predios donde se encontraban asentados. En enero de 2018, la comunidad de Nuevo Espinal se formalizó como resguardo indígena y en marzo recibieron reconocimiento jurídico.