El Porvenir: las tierras que eran de Víctor Carranza

El Porvenir, Puerto Gaitán, Meta, fue la acumulación más grande del país. Un territorio en el que sus campesinos sobrevivieron a desplazamientos, asesinatos y la masacre de 1987 de un grupo de paramilitares, conocidos como masetos, traídos desde el Magdalena Medio. La tierra del Porvenir permitía la crianza de ganado y pequeños cultivos, lo que fomentó la llegada de campesinos a la zona en la década de los cincuenta. La comunidad acordó con el ganadero Víctor Machado, que ocupaba gran parte de lo que hoy es la hacienda desde los años treinta, compartir el uso del predio.

En 1979 Machado murió y esposa hizo una venta de mejoras a Víctor Carranza, el llamado ‘zar de las esmeraldas’, por Hato Cabiona, como había bautizado el predio el ganadero, un territorio de 27 mil hectáreas. Tras ese momento la violencia empezó hacer una constante en la zona y los campesinos tuvieron varios problemas con los nuevos dueños para ocupar las tierras de El Porvenir. Los ‘masetos’, como se le conocían a los paramilitares en lo años ochenta, llegaron en 1986 y montaron bases en Puerto López y San Martín. Pero es hasta finales de 1987, como lo relata documentos del Cinep, comenzaron los asesinatos a colonos y líderes de izquierda de El Porvenir. Además, de como lo relata Verdadabierta.com, una de las casas de Hato Cabiona funcionaba como centro de operaciones del paramilitarismo.

Tras años de disputa entre campesinos que querían trabajar la tierra y los paramilitares, en 1992 el Instituto Colombiano de Reforma Agraria, Incora, entregó 25 títulos de propiedad a presunto campesinos que manifestaron la ocupación de esas tiernas desde hace más de cinco años.  Las 2 mil hectáreas restantes fueron entregadas en 1997 a Joaquin Silva Ramos y Carlos Castillo, quienes se declararon colonos de El Porvenir. Según campesinos de la región nunca conocieron a estos hombres, ni a los 25 que recibieron los títulos en 1992. VerdadAbierta.com documentó que varias de las personas que recibieron la tierra estaban relacionados con Víctor Carranza.

En 2007 se realizó el englobe de El Porvenir, es decir, se unieron todas las fincas para crear cinco predios con unos documentos únicos de propiedad. Los 27 certificados de tradición y libertad pasaron a manos de cinco personas, logrando así, una acumulación de tierra de origen baldío prohibida por la ley 160 de 1995. Además, se presentaron otras irregularidad en el trámite, como que de los propietarios que firmaron el poder para que englobaran sus predios, tres estaban muertos a la hora de la compra y todos los nuevos dueños tenían un vínculo con el ‘zar de la esmeraldas’. El Porvenir quedó dividido en cinco haciendas: Mi Llanura, El Pedregal, El Rincón, Campohermoso y Las Cocoras. El trámite fue documentado y firmado por Gloria Emma Camacho, en la Notaría 4, y por el registrador Jairo Alonso Gutiérrez, los dos de Villavicencio, que posteriormente fueron asesinados.

La Unidad de Restitución De Tierras en un proceso de clarificación de los predios baldíos de la zona, que busca definir los límites y la propiedad de la tierra, tanto en el 2008 como en el 2012,  determinó que la Ganadería La Cristalina, propiedad de Holman Carranza, hijo de Víctor Carranza, era quien explotaba El Porvenir. Pero es en 2012, que la Superintendencia de Delegada para la Protección, Restitución y Formación de Tierras, encontró que este era el caso documentado de acomulación de tierra más grande país y halló irregularidades en las 27 adjudicaciones de propiedad en 1992. Tras la Resolución de 6423 de 2014, El Porvenir volvió a ser propiedad de la Nación.

El presidente Juan Manuel Santos declaró el territorio como la primera Zidres del país (zona de Interés de desarrollo rural, económico y social).Es decir, que ahora los predios de origen baldío pueden ser compradas por empresas, si estás desarrollan proyectos que involucren a los campesinos. Lo que trajo como consecuencia que llegaran varias comunidades y organizaciones al El Porvenir para ocupar el terreno para su ocupación, generando enfrentamientos en la zona. Por lo tanto, 73 personas presentaron una tutela para reclamar los predios del Porvenir, tras la Sentencia SU426/16 se les adjudicaron los títulos de propiedad.