Las Tangas: las tierras de Fidel Castaño

En 1983, el jefe paramilitar Fidel Castaño decidió comprar la finca Las Tangas, en el municipio de Valencia, Córdoba; con el fin de lavar el dinero producto del narcotráfico. Firmó una promesa de compraventa por 300 millones de pesos. Entregó a Manuel Rafael Ballestas, antiguo dueño de la propiedad, 150 millones y firmó tres letras para pagar lo que restaba en cuotas. Cuando la familia reclamó el dinero fue amenazada y secuestraron a su hijo. Al año, después de pagar una recompensa de 200 millones de pesos, el joven fue liberado y la familia se desplazó de la región.

La finca Las Tangas fue utilizada como centro de entrenamiento de los primeros paramilitares de Córdoba, conocidos como los ‘Mochacabezas’ o ‘Tangueros’. A comienzos de 1988, este grupo paramilitar perpetró ocho masacres en Urabá. En la década de los noventa, los Castaño realizaron una ‘reforma agraria’, a través de la Fundación por la Paz de Córdoba, en la que distribuyeron 18 mil hectáreas a campesinos de varias haciendas de la zona. Los Castaño amenazaron a los campesinos con que no podían vender las parcelas, ni vivir en ellas, ni sustituir los pastos de las tierras donadas. Sin embargo, muchos campesinos corrieron el riesgo, levantaron casas y cosecharon.

A finales de la década de los noventa, los Castaño a través de Sor Teresa Gómez y Jesús Ignacio Roldán alias ‘Monoleche’, obligaron a los campesinos entregar física y jurídicamente las tierras donadas. Para finales del 2004, todas las parcelas arrebatadas a los campesinos estaban a nombre de la Sociedad Seguridad Al Día E.U. Esta empresa era la fachada de alias ‘Don Berna’ para adquirir la mayoría de las parcelas de la finca Las Tangas.

La Unidad de Restitución de Tierras, organismo creado por la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras en 2011, documentó el despojo a campesinos entre finales de los noventa y 2004. En 2013, se restituyeron las primeras 146 hectáreas, de las 2.100 que integran la antigua hacienda Las Tangas, a 22 familias. La Unidad continuó presentando otras solicitudes para restituir a familias desplazadas. El 12 de diciembre de 2014, el gobierno entregó a 106 familias las sentencias de restitución de aproximadamente 1.000 hectáreas, subsidios para vivienda y proyectos productivos. La finca fue renombrada La Nueva Esperanza para las víctimas que quiere rehacer sus vidas.